Una piel enrojecida y llena de granitos puede hacerte sospechar de rosácea o acné, pero cuando la irritación se centra alrededor de la boca, es muy probable que se trate de dermatitis perioral.
Esta inflamación cutánea es bastante común en mujeres y niños, pero puede confundirse fácilmente con otras afecciones de la piel. Un diagnóstico correcto es esencial para asegurar la eficacia del tratamiento para la dermatitis perioral.
En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber para identificar los síntomas y encontrar el mejor tratamiento para la dermatitis perioral, así como consejos para evitar su reaparición.
La dermatitis perioral es una inflamación de la piel que se manifiesta con granitos enrojecidos (pápulas eritematosas) que suelen aparecer agrupados alrededor de la boca, sin afectar a los labios.
Se conoce también como dermatitis periorificial ya que, en muchos casos, el sarpullido puede extenderse alrededor de la nariz y/o los ojos, e incluso hacia el mentón.
En algunas personas, puede provocar una sensación de tirantez y ardor, así como pus o descamación en los casos más graves. Aunque estos síntomas no siempre están presentes.
La gravedad de la sintomatología influirá en la elección del tratamiento para la dermatitis perioral. Un tratamiento que, por lo general, suele extenderse durante semanas antes de que la piel se recupere por completo.
Lo explica Victoria Nespereira, dermatóloga del Hospital San Rafael de A Coruña: «Es habitual que los pacientes abandonen el tratamiento si no ven resultados en los primeros días. Sin embargo, con las afecciones cutáneas y en concreto con la dermatitis perioral, hay que ser pacientes, ya que la mejoría inicial muchas veces se demora más de dos semanas y la recuperación completa puede llevarnos meses. Por no hablar de la importancia de los cuidados de mantenimiento para evitar recaídas posteriores».
De ahí la importancia de que sepas reconocer los síntomas para acudir al dermatólogo e iniciar el tratamiento lo antes posible.
La dermatitis perioral se puede confundir fácilmente con otras afecciones cutáneas que también provocan rojeces y granos y se manifiestan en brotes, como la rosácea o el acné.
La principal pista para distinguirlas es la distribución de los granitos. En la dermatitis perioral o periorificial, se agrupan alrededor de la boca, la nariz y, en algunos casos, los ojos, de forma exclusiva.
Por el contrario, el acné se distribuye por toda la cara y la rosácea se concentra en el área de las mejillas y la nariz, aunque puede afectar también a párpados y región perioral, generando confusión.
«En concreto, con la rosácea existe controversia sobre si se trata de la misma patología; de hecho, muchas veces sus causas y su tratamiento pueden ser muy similares», aclara la doctora Nespereira.
Además, la rosácea suele provocar telangiectasias (arañas vasculares) y el acné se presenta habitualmente con comedones. Ninguno de estos signos suele aparecer en la dermatitis perioral.
«De todas formas hay que tener en cuenta que en ocasiones se puede dar más de una afección en el mismo paciente, por ejemplo, que tenga acné o rosácea y una dermatitis periorificial al mismo tiempo», puntualiza la facultativa del Hospital San Rafael de A Coruña.
El tratamiento para la dermatitis perioral requiere un diagnóstico preciso en la consulta de dermatología para eliminar efectivamente los granitos alrededor de la boca.
En consulta, el dermatólogo también puede descartar otras afecciones cutáneas similares, como la dermatitis seborreica o la dermatitis de contacto. No suele ser necesario realizar pruebas diagnósticas específicas.
El tratamiento para la dermatitis perioral comienza por identificar la causa de la afección cutánea.
El origen específico de la enfermedad es desconocido, pero se han identificado ciertos factores desencadenantes:
Empecemos por dejar claro que la dermatitis perioral tiene solución y es posible eliminar los granitos y rojeces de forma eficaz. Eso sí, debe ser una solución altamente personalizada que tenga en cuenta los hábitos y circunstancias individuales del paciente.
El primer paso en el tratamiento para la dermatitis perioral es eliminar los factores desencadenantes. «En casos leves, sólo eliminando el desencadenante se puede conseguir la resolución del cuadro. Esto pasa por suspender las cremas con corticoides, en el caso de que se estuvieran usando, y prescindiendo en nuestra rutina facial del abuso de determinados cosméticos que muchas veces son prescindibles. En cuidado facial a veces menos es más», recuerda la doctora Nespereira.
Los corticoides de uso tópico se pueden sustituir por antiinflamatorios no esteroideos, como explica la dermatóloga del Hospital San Rafael de A Coruña: «Tanto para evitar el efecto rebote con la suspensión de los corticoides como para aliviar los propios síntomas de la dermatitis perioral, contamos con cremas con efecto antiinflamatorio pero sin corticoides, como los inhibidores de la calcineurina: tacrolimus o pimecrolimus».
De esta forma, evitamos que la inflamación continúe agravándose y permitimos que la piel pueda recuperarse. A partir de aquí, el tratamiento para la dermatitis perioral se completa con medicación pautada por el dermatólogo en función de la intensidad, extensión y duración de los síntomas.
Los antibióticos y/o antiparasitarios en crema se posicionan en la primera línea de tratamiento, ya que proporcionan un alivio de los síntomas y pueden ser suficientes para controlar la afección.
Cada vez más, las opciones de tratamiento se centran en restaurar la microbiota cutánea, explica la doctora Nespereira: «En la dermatitis perioral suele existir una alteración en la flora cutánea que favorece el estado inflamatorio; con los tratamientos disponibles tratamos de restaurar la barrera cutánea y su microbiota habitual. En este sentido, cada vez más cosméticos que recomendamos incorporan en su composición probióticos como ingrediente activo».
Ante síntomas persistentes o de alta intensidad, el siguiente nivel en el tratamiento para la dermatitis perioral es con antibióticos y en ocasiones isotretioina, por vía oral.
El tratamiento para la dermatitis perioral es de acción lenta pero muy efectiva. El eccema brote suele tardar entre 3 y 6 semanas en desaparecer por completo, pero al contrario que otras afecciones cutáneas, no deja lesiones en la piel.
La efectividad del tratamiento para la dermatitis perioral depende, en buena medida, de la adopción de buenos hábitos en el cuidado de la piel y en el estilo de vida.
Durante el brote, es importante adherirse al tratamiento para la dermatitis perioral pautado por el dermatólogo y evitar el uso de otros cosméticos en la zona afectada.
La limpieza de la piel debe ser suave, con agua templada y un limpiador sin jabón ni perfumes. Una vez superado el brote, puedes retomar tu rutina de cuidado facial, reduciendo el número de productos y evitando ingredientes agresivos. Si no puedes prescindir del maquillaje, elige fórmulas ligeras e hipoalergénicas.
La doctora Nespereira recuerda que la limpieza facial es un imprescindible diario: «La limpieza facial es fundamental, tanto para el tratamiento de la dermatitis perioral como para el cuidado de la piel del rostro en nuestro día a día, y debemos de incorporarla a nuestra rutina aunque no usemos maquillaje ni otros cosméticos».
Una dieta antiinflamatoria, ejercicio regular y un buen control del estrés ayudan a fortalecer tu sistema inmunológico y reducir los procesos inflamatorios, como es la dermatitis perioral.
Aún con el mejor de los cuidados, es posible que la inflamación reaparezca con el tiempo. Si eso ocurre, acude al dermatólogo ante los primeros síntomas para reducir el tiempo de duración del tratamiento para la dermatitis perioral.