El tratamiento del cáncer en el siglo XXI

Existen múltiples medicamentos para el tratamiento del cáncer que consiguen mejorar la calidad de vida de los pacientes

El cáncer es una de las primeras causas de muerte en España, y es por tanto un problema de salud prioritario. Uno de cada dos varones y una de cada tres mujeres serán diagnosticados de cáncer a lo largo de su vida. Cada año el número de casos nuevos aumenta en nuestro país, pero también disminuye su mortalidad, lo cual refleja los avances en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer.

Al menos el 50% de los enfermos diagnosticados de cáncer en España viven más de 5 años, aunque aquellos que padecen cáncer avanzado pueden tener supervivencias más cortas. El término cáncer engloba un grupo numeroso y complejo de enfermedades distintas. Se caracterizan por el desarrollo de células anormales, que se dividen y crecen sin control en cualquier parte del cuerpo. El comportamiento, pronóstico y tratamiento de los diversos tipos de cáncer, incluso dentro de las distintas fases evolutivas de un mismo tumor, son muy diferentes.

El tratamiento médico de los distintos tipos de cánceres ha avanzado de manera relevante en los últimos años. El oncólogo es el responsable de la indicación y administración de estos tratamientos farmacológicos, pero también es el encargado de la coordinación de los distintos especialistas que pueden participar en el cuidado de los pacientes. Este enfoque multidisciplinario entre los tratamientos de los diferentes especialistas ha hecho que en los últimos años vaya cambiando el pronóstico de los pacientes con cáncer, aumentando el tiempo que el tumor está sin progresar, incrementando la supervivencia de los pacientes, así como mejorando un aspecto importante: la calidad de vida.

En la actualidad, existen distintos tipos de medicamentos eficaces para el tratamiento del cáncer. Además de los fármacos citostáticos o citotóxicos, conocidos como quimioterapia, contamos con fármacos diseñados contra dianas moleculares específicas, anticuerpos monoclonales y pequeñas moléculas con acción intracelular, que permiten tratamientos más específicos y precisos. Muchas veces estos tratamientos son seleccionados tras un exhaustivo análisis molecular o genético del tumor, lo que se define como biomarcador predictivo.

Así, en la clínica se seleccionan anticuerpos monoclonales en el cáncer de colon teniendo en cuenta el estado de las mutaciones de los genes RAS, terapia específica en cáncer de pulmón con mutaciones de EGFR o alteraciones de ALK, terapia dirigida en cáncer de mama o de estómago con sobreexpresión de HER2.

En diferentes tumores, como los cánceres de mama y de próstata, ambos de elevada frecuencia, el tratamiento hormonal u hormonoterapia, cuenta con una historia mucho más larga. En la actualidad existen nuevos tratamientos hormonales de eficacia en estos tumores, a veces integrados de manera secuencial con la quimioterapia más clásica. También la inmunoterapia, con nuevos medicamentos, es ya una realidad en diferentes tumores como el melanoma, y se está investigando en otros contextos.

Pero además de tratar específicamente el cáncer, el oncólogo, dentro de este equipo interdisciplinar, puede ofrecer un tratamiento del cáncer que minimice los efectos secundarios de los fármacos, ayudan a paliar los síntomas de la enfermedad, como el dolor o la anorexia, evitan complicaciones y en definitiva, ayudan a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los pacientes.

La influencia hereditaria en el tratamiento del cáncer

Aproximadamente el 10-15% de los cánceres se desarrollan en personas con historia familiar de cáncer. Cuando esto ocurre es posible que determinadas alteraciones genéticas (mutaciones) sean transmitidas de unas generaciones a otras, situación denominada cáncer hereditario. Ante una historia familiar de cáncer puede estar indicado realizar, de forma voluntaria, un cribado genético para determinar si se padecen mutaciones que aumentan el riesgo y que pueden estar presentes en otros familiares o transmitirse a los descendientes.

Estas mutaciones no indican que necesariamente se vaya a padecer cáncer, dependerá de la naturaleza de las mismas y de otros factores de riesgo. En ocasiones, el oncólogo puede recomendar la realización de pruebas genéticas para determinar si un paciente es portador de un gen mutado. En el caso de serlo, puede ofertarse una vigilancia más cercana, y potencialmente incluso, tratamientos preventivos. Algunos ejemplos de enfermedades hereditarias asociadas al cáncer son el cáncer de mama familiar asociado a gen BRCA o el cáncer de colon familiar polipósico o no polipósico, entre otros.

En definitiva, cada vez contamos con tratamientos del cáncer más eficaces y selectivos para cuidar a los pacientes. Estos tratamientos se seleccionan en muchos casos de manera más precisa, mediante biomarcadores. Dentro de equipos multidisciplinares, coordinados por el oncólogo, podemos ofrecer tratamientos y cuidados que consiguen que nuestros pacientes con cáncer vivan cada vez más y mejor.

En este consultorio médico, los profesionales del Hospital San Rafael de A Coruña dan respuesta a las principales dudas de la población sobre el tratamiento del cáncer.

¿Es posible reducir los efectos secundarios de la quimioterapia?

El término quimioterapia se reserva a los fármacos empleados en el tratamiento de las enfermedades neoplásicas o cancerígenas y tienen como función el impedir la reproducción de las células cancerosas. Muchas veces afectan el crecimiento de células sanas normales y provoca efectos secundarios “típicos”. Sin embargo no todos los fármacos son iguales y existen tratamientos que minimizan estos efectos secundarios. Por ejemplo, existe un muy buen control de los vómitos, fármacos que ayudan a una menor incidencia de infecciones o medicamentos que no provocan alopecia.

En mi familia hay varios casos de cáncer, ¿qué riesgo tengo?

Los factores genéticos o familiares tienen una gran influencia. Se estima que uno de cada cuatro pacientes con cáncer de colon tiene un familiar también afectado. Sin embargo, sólo en un 10% de los casos existe un componente hereditario. Cuando esto ocurre es posible que determinadas alteraciones genéticas (mutaciones) sean transmitidas de unas generaciones a otras, situación denominada cáncer hereditario. Ante una historia familiar de cáncer puede estar indicado realizar, de forma voluntaria, un cribado genético.

¿Que puedo hacer para reducir el riesgo de padecer un cáncer?

Para comenzar, es conveniente poner el práctica el Código Europeo contra el Cáncer. Además, participar en programas de cribado resulta muy útil para identificar los tumores de forma temprana. Estas dos medidas, unidas al consejo genético, podrían ayudar a las personas a minimizar su riesgo de padecer un cáncer.

¿Pueden los mayores, ancianos, ser tratados con fármacos para el cáncer?

En 2012, en España hubo 215.534 casos nuevos de cáncer y alrededor de 2/3 partes fueron en pacientes ≥ 65 años. En los pacientes mayores, el pronóstico puede ser más desfavorable, pero muchas veces depende de un tratamiento insuficiente. Con una adecuada valoración por el oncólogo, instaurando las medidas necesarias para mejorar el estado general del paciente, la mayoría de los ancianos afectados pueden recibir un tratamiento del cáncer que va a mejorar la cantidad y la calidad de vida.

¿El cáncer se cura?

Al menos el 50% de los enfermos diagnosticados de cáncer en España viven más de 5 años. El comportamiento, pronóstico y tratamiento de los diversos tipos de cáncer, incluso dentro de las distintas fases evolutivas de un mismo tumor, son muy diferentes. Por ejemplo, en cáncer de mama precoz, melanomas superficiales, cáncer de colon precoz, la curación es más del 85-90% de los casos. Incluso en pacientes seleccionados con metástasis en tumores como el cáncer de colon puede alcanzarse supervivencias sin enfermedad de más de 5-10 años, con tratamientos multimodales. En otras ocasiones, cuando ya no podemos curar, el tratamiento del cáncer va a ayudar a los pacientes a vivir más y mejor.