
Los síntomas de neuropatía diabética suelen comenzar por los pies e incluyen sensación de hormigueo, insensibilidad o hipersensibilidad, y dolor intenso
La neuropatía diabética es una de las complicaciones menos conocidas y más frecuentes de la diabetes mellitus. Se produce cuando la hiperglucemia sostenida daña el sistema nervioso periférico.
En etapas iniciales, la enfermedad transcurre sin manifestaciones externas. A medida que avanza el daño nervioso, los síntomas de neuropatía diabética aparecen principalmente en los pies y manos, pudiendo extenderse por las extremidades.
Cuando se manifiesta con dolor, hablamos de neuropatía diabética dolorosa, una afección muy debilitante que no es fácil de identificar. La Federación Española de Diabetes estima que solo el 39% de las personas con neuropatía diabética dolorosa están diagnosticadas, lo que impide que reciban un tratamiento adecuado.
No siempre es fácil identificar los síntomas de neuropatía diabética, especialmente en personas con diabetes de tipo 2 sin diagnosticar. El desconocimiento de la condición diabética hace que no se lleve un correcto control de los niveles de glucosa y que los síntomas se descarten, asociados a otras causas.
En este artículo, el doctor César Bonome, jefe de la Unidad de Tratamiento del Dolor y director médico del Hospital San Rafael de A Coruña, nos ayuda a identificar los síntomas de neuropatía diabética dolorosa.
¿Qué es la neuropatía diabética dolorosa?
La neuropatía diabética dolorosa es una complicación de la diabetes que daña el sistema nervioso periférico, afectando sobre todo a las extremidades inferiores y, en menor medida, a las superiores.
No está del todo claro el mecanismo por el que se produce la neuropatía diabética, pero se ha relacionado con un mal control glucémico y, en concreto, con la hiperglucemia sostenida en el tiempo. Es decir, una situación de elevados niveles de azúcar en sangre.
La hiperglucemia genera sustancias tóxicas que dañan las células y favorecen la inflamación. Cuando se prolonga en el tiempo, puede causar daño neurológico a largo plazo.
Las personas con diabetes de tipo 2 suelen otras enfermedades asociadas que se suman a los factores de riesgo para desarrollar neuropatía diabética dolorosa: «El sexo femenino, el hábito tabáquico, el mal control glucémico, el exceso de peso y la insuficiencia renal se relacionan con mayor riesgo de presentar dolor neuropático», apunta el doctor Bonome.
¿Cómo empieza la neuropatía diabética?
Habitualmente, los síntomas de neuropatía diabética empiezan a notarse en los dedos de los pies, se van extendiendo al resto del pie y pueden subir por la pierna. Con el tiempo, los efectos pueden aparecer también en las manos.
Alrededor del 10% de las personas con diabetes sufre daños en su sistema nervioso periférico que provocan dolor y/o problemas de sensibilidad. Sin embargo, se estima que la cifra aumenta hasta el 50% si se incluyen los pacientes que todavía no presentan síntomas.
El problema es que esta afección suele desarrollarse en silencio durante años. Los síntomas de neuropatía diabética dolorosa tienden a aparecer meses o incluso años después de que el daño a los nervios haya comenzado.
Cuando los efectos se hacen notar, la enfermedad suele estar ya en un estado avanzado y el daño nervioso es a menudo irreversible, pudiendo llevar al desarrollo de úlceras de pie diabético y, en el peor de los casos, la amputación de la extremidad.

La prevención en pacientes diabéticos es fundamental, como apunta el doctor Bonome: «Es primordial que, al menos una vez al año, se realice la exploración de los pies durante la consulta para buscar posibles signos de neuropatía diabética. Además, la persona con diabetes debe saber la relevancia de inspeccionarse diariamente de los pies en búsqueda de surcos, callos plantares o signos de infección. También es importante el autocuidado mediante la adecuada hidratación de la piel y el uso de calzado apropiado».
Identifica los síntomas de neuropatía diabética
Los síntomas de neuropatía diabética están relacionados con las funciones del sistema nervioso periférico que, entre otras cosas, nos permite percibir las sensaciones de frío, calor, presión, dolor… Cuando estos nervios se dañan, se producen alteraciones en la forma en que percibimos estas sensaciones, que puede ser diferente para cada paciente.
Los síntomas de neuropatía diabética dolorosa incluyen:
- Pérdida de sensibilidad. Se reduce la capacidad de percibir sensaciones. Es uno de los síntomas que favorece la aparición de la úlcera del pie diabético, ya que puede empeorar la pisada al no apoyar correctamente la planta del pie, así como limitar la capacidad del paciente de notar los síntomas del pie diabético al no sentir el dolor causado por pequeñas heridas, llagas o una mala circulación sanguínea en la zona. También aumenta el riesgo de caídas frecuentes.
- Hipersensibilidad al tacto (alodinia). En el otro extremo de la balanza, uno de los posibles efectos del daño nervioso es una reacción exageradamente intensa a estímulos que no deberían ser molestos. Un ejemplo paradigmático es, por ejemplo, sentir dolor o una molestia extrema por el simple roce de las sábanas en la cama, lo que impide dormir y descansar adecuadamente.
- Parestesias y disestesias. El daño nervioso puede provocar errores en la transmisión de la información sensorial. Estos fallos pueden hacer que se perciban sensaciones que no corresponden a estímulos externos o que estos se perciban de forma anormal y desagradable. Los efectos específicos varían de una persona a otra, pero algunos de los más habituales son la sensación de descargas eléctricas, pinchazos, hormigueo, ardor intenso bajo la piel, o sensación de frío helado.
- Dolor intenso. Es el síntoma más debilitante de la neuropatía diabética dolorosa. Puede ser un dolor espontáneo, que aparece sin motivo aparente en momentos inesperados; o desencadenado, cuando la sensación de dolor extremo surge ante un estímulo que no debería ser doloroso o no a tal intensidad.
Cabe mencionar que, aunque menos frecuentemente, la neuropatía diabética también puede afectar al sistema nervioso autonómico, que regula, entre otras, las funciones del aparato digestivo, cardiovascular y de sudoración.
La neuropatía autonómica puede causar digestiones lentas y pesadas, alteraciones del ritmo intestinal, como diarrea y estreñimiento, así como síncopes o bajadas de tensión puntuales al levantarse bruscamente.
Si experimentas cualquiera de estos síntomas de neuropatía diabética, incluso si no tienes diabetes diagnosticada, es recomendable que visites a tu médico. El dolor crónico causado por la neuropatía diabética puede tratarse y aliviarse con un enfoque multidisciplinar y personalizado como el que ofrece la Unidad del Dolor del Hospital San Rafael de A Coruña, donde colaboran especialistas en diabetes, anestesiología, neurología, fisioterapia y rehabilitación, entre otros.