Las picaduras en verano normalmente no tienen ninguna complicación más allá del picor que provocan, pero es importante conocer cómo tratarlas si se complican
El verano es una época de disfrute para la mayoría de personas, sobre todo para los más pequeños de la casa. Pero las altas temperaturas estivales traen consigo a indeseados compañeros de vacaciones: los insectos y sus picaduras. A los que debemos sumar los animales que nos pueden picar mientras nos bañamos en el mar. Manuel Viso, especialista en Hematología y Coordinador de Urgencias del Hospital San Rafael, nos cuenta cuáles son las picaduras más frecuentes en verano y cómo tratarlas en caso de que existan complicaciones más allá del picor o escozor.
Habida cuenta de las múltiples diferencias que existen entre especies tan diversas como los mosquitos o las medusas, vamos a analizar las picaduras en verano más comunes de manera diferenciada para entender mejor cómo pueden afectarnos.
Lociones y analgésicos frente a las picaduras de mosquito
El rey de las picaduras en verano siempre será el mosquito. Lo más común es que sus picaduras no revistan problemas, más allá de las molestias que provocan por el picor. Así lo sostiene el doctor Manuel Viso que destaca que «las picaduras de mosquito normalmente no son peligrosas, es la típica picadura que provoca escozor. Además, el tratamiento, siempre que no haya ninguna complicación, se basa en la aplicación de lociones que eviten el picor o algún analgésico si nos produce dolores en la zona».
¿Por qué los mosquitos pican más a unas personas que a otras? El doctor Viso destaca que «la teoría más aprobada es que algunas personas sufren más picaduras en verano de mosquitos por el modo en que expulsan el dióxido de carbono y eso atrae a estos insectos». Otros motivos que pueden provocar que una persona sea más propensa a ser picada por los mosquitos son, según el especialista en Hematología del Hospital San Rafael, que «la flora bacteriana de la piel o el tipo de sudor de cada persona».
¿Es posible evitar, en la medida de lo posible, las picaduras en verano producidas por mosquitos? Manuel Viso pone en valor tres grandes recomendaciones: «Debemos tener cuidado al amanecer y al anochecer, ya que son las horas en las que se sufren estas picaduras. Podemos usar repelentes, mosquiteras o incluso ropa larga que nos tape la piel. También es importante evitar estar cerca a zonas de agua estancada, como las macetas, ya que esta atrae a los mosquitos».
La avispa velutina, una especie peligrosa por la cantidad de veneno que puede inyectarnos
Llegaron a Francia en 2004 procedentes de China y en solo 20 años se han asentado en el continente europeo y, por supuesto, en España. La avispa velutina es una especie invasora y depredadora que se alimenta de otros insectos, preferiblemente abejas. Aunque su picadura no es más peligrosa que la de otras especies, el problema radica en la cantidad de veneno que puede inyectar al tener un aguijón más grande que otros insectos.
Por eso, es fundamental saber cómo actuar después de sufrir una picadura de avispa velutina. En este sentido, el especialista en Hematología, Manuel Viso apunta que «tras la picadura la zona se va a poner roja, pero este enrojecimiento desaparecerá a las horas. Es importante que nos saquemos cualquier anillo o pulsera si la picadura es en el brazo, ya que la zona se puede hinchar».
Además, el doctor Viso destaca que «es importante que saquemos el aguijón si este sigue en la piel. Debemos hacerlo con un cartón duro o una tarjeta y siempre arrastrando en diagonal a la zona de la picadura. Hay que evitar el uso de pinzas».
El mayor riesgo asociado a las picaduras de las velutinas es que se produzca un shock anafiláctico. Manuel Viso indica que «este se identifica porque el paciente sufrirá mareos, malestar general, vómitos, deterioro del nivel de conciencia y dificultad respiratoria al hincharse la zona del paladar y la glotis». En caso de que se detecten estos síntomas tras una picadura, el doctor Viso nos recuerda que «es importante que acudamos a un centro hospitalario, ya que pueden derivar en una parada cardiaca o la muerte en cuestión de minutos».
Asimismo, debemos tener en cuenta que también es posible que las complicaciones aumenten al sufrir una segunda picadura de velutina. Ya que, en palabras de Viso, «la primera picadura puede ser la de sensibilización del sistema inmune, como si se tratase de una vacuna. Cuando la velutina pica por segunda vez este ya está preparado para desencadenar una respuesta mayor y puede suponer complicaciones más importantes». De tal forma que aumenten «las posibilidades de que se desencadene un shock anafiláctico», como indica el especialista en Hematología que, también señala otro factor a tener en cuenta: «la cantidad de líquido que inyecte la velutina en el cuerpo».
La playa, otra fuente de picaduras en verano
No debemos olvidarnos de que las picaduras en verano no solo son obra de los insectos. En el mar también viven seres vivos que nos pueden hacer pasar un mal rato y que nos obligan a ter cuidado cuando acudimos a la playa.
Las medusas, cada vez más comunes en las costas de todo el litoral español, son una fuente de picaduras en verano. Más aún si tenemos en cuenta, como señala Manuel Viso, que «no solo pican las medusas vivas, también lo hacen las muertas o los restos de tentáculos».
¿Cómo se debe actuar en caso de que se sufra una picadura de medusa? El también Coordinador de Urgencias del Hospital San Rafael recomienda «lavar la zona donde se ha producido la picadura con agua salada, nunca con agua dulce. Después aplicaremos frío y desinfectaremos la zona con iodopovidona o cristalmina. Si la reacción es muy importante no debemos dudar en acudir a un centro médico para que nos exploren».
Las medusas no son las únicas que provocan picaduras en verano en la playa. Otras especies que pueden picarnos en nuestras playas son las fanecas o escarapotes. Manuel Viso apunta que «las fanecas nos pueden clavar tres espiones que nos producen un dolor intenso, inflación e hinchazón». La mejor forma de proceder ante estas picaduras, según este especialista en Hematología, es «lavar la zona con agua salada y, a diferencia de las medusas, aplicar calor. Esto se debe a que el veneno del escarapote es termolábil y con las altas temperaturas se desactiva».
¿De qué manera se puede aplicar calor sobre la zona afectada por la picadura? Viso apunta que «podemos utilizar agua caliente, evitando que nos queme. También nos sirven zonas de arena que estén calientes o el asfalto, pero siempre teniendo cuidado con que la temperatura no sea muy elevada y nos hagamos daño». Una vez realizada esta acción, es importante, según Manuel Viso, que «desinfectemos con cristalmina o iodopovidona».
En definitiva, las picaduras en verano no tienen por qué estropearnos las vacaciones y el disfrute de la estación estival. Sin embargo, es recomendable actuar con precaución para evitarlas y seguir las recomendaciones que ha indicado Manuel Viso para prevenir complicaciones que pueden llegar a ser graves. Ante todo, como destacó el especialista en Hematología del Hospital San Rafael, es importante acudir cuanto antes a un centro médico si se detectan síntomas preocupantes.