Ozono: Fraude, fantasía o terapia

El doctor César Bonome, del Servicio de Anestesiología y Reanimación, explica esta semana en el consultorio de La Voz de Galicia las diferentes aplicaciones del ozono.

La utilización del ozono con fines médicos se remonta a 1915, cuando se utilizaba para el tratamiento de la gangrena gaseosa en la I Guerra Mundial. Con el desarrollo de la medicina científica y basada en la evidencia, su uso se reduce a unas pocas aplicaciones clínicas efectivas.

El ozono es un gas que, en altas concentraciones, poluciona el aire con efectos dañinos para la salud. Inhalado produce daños a nivel pulmonar y tiene efectos cardiovasculares indeseables, que pueden aumentar la mortalidad en el paciente. Sin embargo, administrado correctamente, tiene propiedades inmunológicas, analgésicas y antiinflamatorias para el tratamiento de síndromes dolorosos e inflamatorios e incluso de ciertas patologías crónicas.

La ozonoterapia es un fraude cuando se ofrece como una panacea terapéutica o el elixir mágico que lo cura todo. Su uso como una medicina alternativa no puede ser extrapolado a países que disponen de terapias efectivas para el tratamiento de las enfermedades. En muchos hospitales de la red pública y privada se utiliza la ozonoterapia en las unidades de tratamiento del dolor con una eficacia clínica importante. La hernia discal, el dolor inflamatorio, algunas patologías degenerativas o dolores miofasciales mejoran si esta terapia se usa de forma adecuada por especialistas. El ozono administrado a altas dosis dentro del disco intervertebral ejerce un efecto terapéutico en la hernia discal. A bajas dosis, administrado en la musculatura paravertebral o en fascias musculares, tiene un efecto antiinflamatorio y mejora los síntomas en la hernia de disco, aunque es un efecto únicamente sintomático. La administración en zonas perineurales también tiene una acción analgésica importante, con una utilidad clínica en el tratamiento de ciertos síndromes dolorosos.

En otras patologías puede tener cierto grado de eficacia médica, pero los resultados son discordantes y la mayoría de las veces es porque improvisados ozono terapistas inexpertos lo utilizan de forma incorrecta e insensata, sin protocolos, dañando a los pacientes y comprometiendo el futuro de la ozonoterapia.

En nuestro centro se utiliza el ozono como una opción terapéutica, principalmente dentro del campo del tratamiento del dolor, con técnicas seguras y con una eficacia científica demostrable.

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