
La operación de hernia discal L5-S1 con técnicas mínimamente invasivas permite deshacerse del intenso dolor de la ciática y salir caminando del hospital
La ciática. Un pinchazo de dolor extremo que atraviesa la nalga y baja por la pierna. Una tortura a cada paso. Un padecimiento que empieza en la región lumbar y que, cuando es muy grave, puede solucionarse definitivamente con una operación de hernia discal L5-S1.
Esta región de la columna lumbar suele ser la responsable del pinzamiento del nervio ciático, que se produce cuando el disco intervertebral se hernia, por desgaste o traumatismo, y presiona el nervio.
La discectomía endoscópica es una de las técnicas quirúrgicas más utilizadas en la actualidad para abordar la operación de hernia discal L5-S1. Es una cirugía mínimamente invasiva que ofrece resultados exitosos con un riesgo mínimo de complicaciones.
Hernia lumbar, la culpable de la ciática
La hernia de disco en la región lumbar es la causante habitual de la temida ciática. Un dolor intenso que irradia desde la parte baja de la espalda hacia el glúteo y la parte posterior de la pierna, llegando incluso hasta los dedos de los pies.
Se produce porque el disco blando que actúa como amortiguador entre las vértebras se desplaza y presiona el nervio ciático. El dolor se extiende a lo largo del recorrido del nervio por toda la pierna hasta la planta del pie. También puede causar entumecimiento y debilidad muscular.
La hernia discal L5-S1, en particular, es la que se produce por el prolapso del disco situado entre la quinta vértebra lumbar (L5) y la base sacra (S1), que es el extremo superior del sacro en forma de triángulo. Para entendernos, está en la curva de la espalda justo sobre los glúteos.
Por lo general, las hernias lumbares, como la que afecta a la región L5-S1, se producen por desgaste natural con el paso del tiempo, ya que los discos van perdiendo elasticidad y resistencia. También por traumatismos o esfuerzos de repetición (esto es común en enfermedades profesionales y problemas de sedentarismo y obesidad).
Esta es una de las patologías discales más común y suele ocurrir con más frecuencia a partir de los 50 años de edad. No siempre se presenta con ciática, aunque es un síntoma habitual en el 85% de los casos de hernia lumbar.
¿Qué pacientes pueden beneficiarse de una operación de hernia discal L5-S1?
La operación de hernia discal L5-S1 se recomienda en menos del 5% de los casos, cuando los síntomas graves de hernia discal persisten tras el tratamiento con medidas conservadoras.
La mayoría de pacientes con hernias lumbares mejoran o se recuperan con un tratamiento conservador con reposo, medicación analgésica, fisioterapia y, en los casos más graves, bloqueos anestésicos, conocidos popularmente como infiltraciones en la espalda.
En el Hospital San Rafael, este tipo de tratamientos se administran a través de la Unidad de Tratamiento del Dolor. Esta unidad trabaja en estrecha colaboración con la Unidad de Cirugía de Columna Mínimamente Invasiva, dirigida por el doctor Juan Álvarez de Mon. En este equipo multidisciplinar, especialistas en cirugía de columna y en anestesia regional evalúan cada caso y coordinan el tratamiento más adecuado.
La operación de hernia discal L5-S1 es la opción más aconsejable para aquellos pacientes con hernias recurrentes o que siguen experimentando dolor intenso y otros síntomas graves después de someterse a tratamiento médico.
La cirugía es especialmente recomendable si se observa daño neurológico asociado: cuando empieza a ser preocupante que la presión continua sobre el nervio cause daños que ya no remitan cuando cese la presión.

Antes de proceder a realizar una operación de hernia discal L5-S1, se realizan diversas pruebas diagnósticas y de valoración para determinar el alcance del daño y la mejor opción quirúrgica para solucionarlo.
Son habituales las pruebas de imagen, como radiografías y resonancias magnéticas. Y, particularmente, la electromiografía y los estudios de conducción nerviosa, que miden las señales eléctricas transmitidas por los nervios y músculos en reposo y en acción. Así, se puede determinar el daño por compresión, en este caso, del nervio ciático.
Claves de la discectomía endoscópica
La discectomía endoscópica es el procedimiento quirúrgico más utilizado hoy en día para la operación de hernia discal L5-S1. Se trata de una intervención descompresiva que retira la parte dañada del disco que está ejerciendo presión sobre el nervio.
Es la evolución de la discectomía tradicional, que consistía en extraer el disco dañado mediante cirugía abierta. Este procedimiento implica realizar una incisión de varios centímetros en la espalda y cortar músculo y ligamentos para llegar al disco dañado.
El desarrollo de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas permite realizar la misma operación de hernia discal L5-S1 sin necesidad de abrir la espalda del paciente. En la discectomía endoscópica, se realizan «dos o tres pequeñas incisiones de 7 milímetros para insertar el instrumental y una cámara de alta precisión para asistir la visión, lo que reduce el sangrado y el daño muscular», como explica el doctor Álvarez de Mon.
El cirujano del Hospital San Rafael apunta que, a día de hoy, «el 70% de las cirugías de columna se hacen de manera endoscópica». Una técnica que, además, permite operar a pacientes que antes no podían ser intervenidos por el alto riesgo de complicaciones, como personas de avanzada edad o con comorbilidades como diabetes, hipertensión o enfermedades cardíacas.
En concreto, la operación de hernia discal L5-S1 mediante discectomía endoscópica suele durar entre 30 y 45 minutos y se realiza bajo anestesia local. El paciente está despierto durante la operación y sale caminando del hospital a las pocas horas.
El postoperatorio de la discectomía endoscópica es mucho más corto y menos doloroso que el de la discectomía abierta. El paciente se puede levantar al día siguiente de la operación de hernia discal L5-S1, recibe el alta hospitalaria en uno o dos días, casi no tiene dolor porque solo tiene dos o tres incisiones de menos de un centímetro y, tal vez más importante aún, puede reincorporarse al trabajo en pocas semanas, incluso si su trabajo demanda un alto esfuerzo físico.
Habitualmente, se recomienda el uso de una faja lumbar durante las primeras dos o tres semanas, así como evitar las actividades deportivas o esfuerzos bruscos en el primer mes.
En algunos pacientes, puede ser necesario someterse a rehabilitación fisioterapéutica tras la intervención, especialmente «si llevan arrastrando este problema mucho tiempo, con el fin de acortar los plazos de recuperación», apunta el doctor Juan Álvarez de Mon.
Otros tipos de operación de hernia discal L5-S1
Existen otras técnicas miniinvasivas alternativas para abordar una operación de hernia discal L5-S1 que pueden ser más interesantes para ciertos casos. Una es la artrodesis lumbar instrumentada o fusión espinal, que une dos vértebras para estabilizar la columna y aliviar el dolor.
Otro de los métodos empleados en la operación de hernia discal L5-S1 es la radiofrecuencia intradiscal. Esta técnica «emplea dispositivos láser o de radiofrecuencia para reducir el tamaño del disco herniado», aclara el doctor Álvarez de Mon.
Elegir la técnica adecuada, en función de las condiciones específicas de cada paciente, es fundamental para garantizar el éxito de la operación de hernia discal L5-S1. Otra de las claves es la experiencia del cirujano. En la cirugía de columna, la práctica hace al maestro.