El reemplazo valvular aórtico con prótesis sin sutura es una alternativa innovadora para el tratamiento de la estenosis aórtica en los pacientes de alto riesgo. La técnica sin sutura, para el reemplazo valvular aórtico quirúrgico con una bioprótesis, es una técnica que se realiza habitualmente en nuestro centro en pacientes de alto riesgo que precisan un recambio valvular aórtico.
En nuestro centro se intenta realizar la reparación de la válvula mitral siempre que exista una indicación de aplicación de técnicas reparadoras.
La reparación de válvula mitral se realiza quirúrgicamente y se valora antes de su reparación mediante ecografía esofágica 3D, al finalizar el procedimiento se valora nuevamente para comprobar que la reparación es adecuada y no se precisa sustituir la válvula mitral
En ocasiones se puede realizar por una mini-toracotomía ósea, mediante técnicas laparoscópicas mini-invasivas, sin tener que abrir el esternón. El Dr. Javier Gallego es un experto internacional que colabora con nosotros para la realización de las técnicas laparoscópicas más complejas.
El implante valvular aórtico transcatéter (transcatheter aortic valve implantation [TAVI]) ha adquirido un protagonismo relevante para los pacientes con estenosis aórtica grave con un riesgo quirúrgico alto. Este equipo multidisciplinar evalúa los riesgos individuales y el tipo de abordaje más indicado: transfemoral (realizado en la sala de hemodinámica) o abordaje transapical (realizado en quirófano).
Los cirujanos pueden realizar operaciones de mínimo acceso a través de una pequeña incisión, a menudo empleando instrumentos quirúrgicos especiales, diseñados específicamente para este tipo de intervención.
En nuestro centro, desde el inicio de la cirugía cardiaca, gracias a un equipo de anestesiólogos expertos en cirugía cardíaca, todos los pacientes se manejan dentro de una vía clínica que incluye la realización de técnicas de anestesia regional (bloqueos centrales o periféricos), la extubación del paciente en el quirófano de tal forma que no precise ventilación mecánica postoperatoria, utilización de fármacos que eviten la necesidad de opioides, tratamiento intensivo del dolor, reposición de la volemia guiada por objetivos, nutrición a las pocas horas de la intervención, control glucémico estricto, deambulación precoz, fisioterapia después de la intervención quirúrgica, medidas de ahorro de sangre y alta hospitalaria precoz. Esta modalidad de soporte del paciente quirúrgico está demostrando, no solo en la cirugía cardiaca sino también en otros procedimientos quirúrgicos invasivos, que mejora la recuperación y la reincorporación del paciente a su vida cotidiana.