
Estas dos infecciones respiratorias pueden parecer similares, pero la bronquitis suele ser una molestia pasajera y la neumonía puede resultar mortal
Tos, dolor en el pecho, dificultad para respirar… Los síntomas iniciales no marcan una gran diferencia entre bronquitis y neumonía. Sin embargo, estas dos enfermedades respiratorias tienen características y consecuencias dispares.
Tal vez la principal diferencia entre bronquitis y neumonía sea que la primera suele ser una infección aguda que se resuelve en unos días sin secuelas. Mientras que la neumonía es la primera causa de muerte por infección en niños y personas mayores.
La gravedad de la enfermedad no es la única diferencia entre bronquitis y neumonía. En este artículo, exploramos las características de ambas dolencias, sus síntomas, causas y cómo prevenirlas, con el consejo de la doctora Irene Nieto, especialista en Neumología del Hospital San Rafael de A Coruña.
Qué son la bronquitis y la neumonía
Ambas son inflamaciones provocadas por infecciones, pero la diferencia entre bronquitis y neumonía está en la zona afectada. La bronquitis es una inflamación de las vías respiratorias, mientras que la neumonía afecta a los pulmones.
La bronquitis es la inflamación de los bronquios causada por una infección respiratoria. Los bronquios son los conductos que llevan el aire desde la tráquea hasta el interior de los pulmones, donde se ramifican en tubos más pequeños, llamados bronquiolos. Cuando el tejido que los recubre se inflama, se estrecha el espacio para el paso del aire, dificultando la respiración.
La neumonía es la inflamación de los alvéolos pulmonares debido a un proceso infeccioso. Los alvéolos son los pequeños saquitos de aire situados al final de los bronquiolos, donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el aire y la sangre. Cuando se inflaman, se llenan de líquido o pus, lo que les impide realizar su función.
Existe una gran diferencia entre bronquitis y neumonía en cuanto a la gravedad de la enfermedad. La bronquitis suele ser una dolencia pasajera que se resuelve cuando se elimina la infección. La neumonía, sin embargo, es la primera causa de muerte por infección en niños menores de 5 años y personas mayores de 60 años en todo el mundo.
Diferencia entre bronquitis y neumonía por sus síntomas
El cuadro de síntomas que habitualmente presenta cada una de estas enfermedades también marca la diferencia entre bronquitis y neumonía.
La bronquitis suele provocar tos con flema, que puede ser transparente, amarillenta o verdosa. Además, causa dolor en el pecho, dificultad para respirar, a veces con sibilancias al hacerlo, y en ocasiones, fiebre ligera y fatiga.
La mayoría de los síntomas de la bronquitis desaparecen en unos días, pero es habitual que queden restos de tos seca que se pueden prolongar cuatro semanas o más.
Puede ser complicado distinguir ambas patologías en un principio, como explica la doctora Irene Nieto: «Los síntomas iniciales son comunes, ya que ambas pueden cursar con tos productiva, sensación de falta de aire o dificultad respiratoria y fiebre».
La principal diferencia entre bronquitis y neumonía en cuanto a los síntomas está en la fiebre. Al contrario que la bronquitis, la neumonía suele presentarse con cuadro febril elevado. Además, los síntomas de neumonía incluyen dificultad respiratoria, dolor en el pecho y tos, que puede ser productiva o seca.
«La presencia de dolor en un punto en concreto del tórax de forma persistente puede hacernos pensar en una neumonía, así como la presencia de fiebre elevada o que no cede con los antitérmicos», explica la neumóloga del Hospital San Rafael.

El consejo de la doctora es «solicitar atención médica en caso de que los síntomas vayan empeorando, como dificultad respiratoria progresiva, fiebre persistente o aparición de expectoración verdosa o sanguinolenta».
Como indica la doctora Nieto, «estos síntomas pueden variar en gravedad y presentarse de manera diferente según la edad y la salud general del paciente». Por ello es importante buscar atención médica especializada para un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.
Dos enfermedades infecciosas contagiosas
Al igual que la bronquitis, la neumonía es contagiosa. Ambas son dos tipos de infecciones respiratorias, como la gripe, el resfriado o el COVID. Todas ellas, son enfermedades contagiosas de transmisión respiratoria relativamente rápida y sencilla.
De hecho, la mayoría de las bronquitis son producidas por virus, como por ejemplo el SARS-CoV2 (COVID), Influenza (gripe), el virus respiratorio sincitial (VSR), etc. No es lo más habitual, pero las neumonías también están causadas, en ocasiones, por virus.
Por este motivo, se recomienda la vacunación contra la gripe y el COVID, especialmente en personas mayores, «para que los síntomas de estas enfermedades sean más leves y haya menos complicaciones en caso de contagio», apunta la doctora Nieto.
Desde hace un año, se ha incluido también en el calendario de vacunaciones infantil la vacuna contra el VRS y, recientemente, se ha empezado a inmunizar también a adultos.
Una diferencia entre bronquitis y neumonía en cuanto al origen de la enfermedad es que, al contrario que la bronquitis, la neumonía está causada frecuentemente por infecciones bacterianas. En particular, el neumococo o Streptococcus pneumoniae (para el que también hay vacuna), sobre todo entre los niños menores de 5 años.
«Es el germen más frecuente a todas las edades, salvo en casos concretos de neumonía, como son los pacientes con enfermedades crónicas de base, los inmunodeprimidos, los que llevan un tiempo ingresados en el hospital o los que están conectados a ventilación mecánica», aclara la neumóloga.
La neumonía es una complicación frecuente en personas hospitalizadas, debido a la proliferación de bacterias, virus e incluso hongos en los entornos hospitalarios. La neumonía intrahospitalaria o nosocomial, de hecho, es una de las infecciones más frecuentes en pacientes ingresados. «Especialmente en unidades de cuidados intensivos», destaca la doctora Nieto.
Recuerda las medidas de higiene del COVID
En cuanto a la forma de contagio, no hay mucha diferencia entre bronquitis y neumonía. Se transmiten por las minúsculas gotas que se emiten al hablar o respirar, especialmente al toser y estornudar.
El virus o bacteria causante de la enfermedad, que habita en la mucosa de los bronquios o en los alvéolos, sobrevive en las gotillas que quedan en la piel, la ropa u otras superficies durante un tiempo.
Cuando otra persona toca esa superficie con la mano y después se toca la cara, sobre todo la boca, la nariz o los ojos, el virus o bacteria se introduce en el nuevo huésped y empieza a multiplicarse, causando una infección en la persona sana.
Las medidas de higiene y prevención habituales son igualmente efectivas para prevenir el contagio de bronquitis y neumonía: Lavarse las manos correctamente y con frecuencia, estornudar y toser en el codo en vez de en la mano, evitar tocarse la cara y usar mascarilla cuando se está enfermo para frenar el contagio, sobre todo alrededor de personas vulnerables.